Australia y el Reino Unido han firmado un histórico tratado de 50 años para profundizar su cooperación en la construcción de submarinos de propulsión nuclear bajo el pacto de seguridad AUKUS. Esta medida se produce mientras Estados Unidos, el tercer socio en AUKUS, revisa su compromiso con el acuerdo, planteando dudas sobre su futuro. El tratado está diseñado para asegurar una colaboración a largo plazo en la construcción naval, tecnología de defensa y lazos económicos, lo que señala un fuerte compromiso de ambas naciones a pesar de las incertidumbres regionales y políticas. Australia también ha realizado un pago significativo a Estados Unidos para apoyar la base industrial de AUKUS, subrayando su dedicación al pacto. El acuerdo se ve como una respuesta estratégica a los crecientes desafíos de seguridad en el Asia-Pacífico, especialmente en lo que respecta a la creciente presencia militar de China.
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