La administración de Trump ha revertido su prohibición anterior y ahora está permitiendo que Chevron reanude la producción de petróleo en Venezuela, lo que señala un cambio significativo en la política energética y exterior de EE. UU. Se espera que esta medida aumente el suministro de crudo para los refinerías estadounidenses y podría aliviar los precios del petróleo a nivel mundial, que han caído recientemente debido al aumento de inventarios y preocupaciones sobre el suministro. La decisión marca un suavizamiento de la postura de EE. UU. hacia el gobierno de Maduro, aunque los funcionarios insisten en que la política no beneficiará directamente al régimen. Los analistas dicen que el regreso del petróleo venezolano podría remodelar el suministro mundial de crudo y la demanda de tanqueros. El cambio de política se produce mientras EE. UU. equilibra las necesidades energéticas con las presiones diplomáticas en la región.
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