Gaza está experimentando una grave crisis de hambre, con organizaciones de ayuda y funcionarios de salud advirtiendo sobre una posible hambruna masiva, especialmente entre los niños. Informes indican docenas de muertes por desnutrición en las últimas semanas, y los hospitales están abrumados con pacientes hambrientos, incluidos recién nacidos y mujeres embarazadas. La crisis se ve agravada por el bloqueo de Israel, que restringe el flujo de alimentos y ayuda humanitaria, mientras que la ONU e Israel se culpan mutuamente por los fallos en la entrega. Grupos de ayuda advierten que los suministros de alimentos terapéuticos que salvan vidas se agotarán pronto, y la situación se describe como una hambruna provocada por el hombre. Los llamados a un alto el fuego y acceso sin restricciones a la ayuda están creciendo a medida que la catástrofe humanitaria se profundiza.
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