El presidente Donald Trump ha anunciado un importante acuerdo comercial con Japón, reduciendo los aranceles a las importaciones japonesas al 15%—en lugar del amenazado 25%—y promocionándolo como el mayor acuerdo comercial de la historia. Se espera que el acuerdo impulse las exportaciones de productos agrícolas y aviones de EE. UU. a Japón, mientras que otorga a los fabricantes de automóviles japoneses una ventaja potencial en el mercado estadounidense. Los fabricantes de automóviles y los sindicatos laborales de EE. UU. han expresado preocupaciones de que el acuerdo los ponga en desventaja en comparación con los competidores japoneses. El anuncio ha provocado manifestaciones en los mercados bursátiles de EE. UU. y Asia, ya que los inversores anticipan más acuerdos comerciales y una reducción de las tensiones comerciales globales. Sin embargo, los críticos señalan que muchos detalles siguen siendo poco claros y que el impacto más amplio en la industria estadounidense y las relaciones comerciales internacionales sigue siendo incierto.
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