Las potencias europeas—Gran Bretaña, Francia y Alemania—han emitido a Irán un plazo hasta agosto para que avance concretamente en su programa nuclear o enfrente la reimposición de duras sanciones de la ONU, conocidas como el mecanismo de 'snapback'. En respuesta, Irán está buscando urgentemente el apoyo de Rusia y China para contrarrestar la amenaza europea y mantener su influencia diplomática. Las conversaciones entre Irán y el trío europeo están programadas para reanudarse en Estambul, con ambas partes advirtiendo de graves consecuencias si las negociaciones fracasan. Irán ha amenazado con abandonar los límites nucleares y los compromisos de seguridad regional si se restauran las sanciones, aumentando la tensión para la estabilidad regional. El resultado de estas conversaciones podría determinar si Irán enfrenta un renovado aislamiento internacional o un avance diplomático.
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