La Corte Internacional de Justicia (CIJ), el tribunal más alto de la ONU, está lista para emitir una opinión consultiva histórica sobre las obligaciones legales de los países para abordar el cambio climático. Aunque el fallo no es legalmente vinculante, se espera que establezca un precedente poderoso e influya en futuras litigaciones y políticas climáticas a nivel mundial. El caso, impulsado por la pequeña nación del Pacífico de Vanuatu y apoyado por activistas juveniles, busca aclarar si las naciones tienen el deber de prevenir el daño climático y responsabilizar a los principales contaminantes. Más de 100 países y organizaciones contribuyeron con testimonios, resaltando la importancia global de la decisión. Este momento es ampliamente visto como un punto de inflexión en la lucha por la justicia climática y podría presionar a los gobiernos a tomar medidas más fuertes contra el calentamiento global.
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