Una ola de advertencias de funcionarios estadounidenses, incluido el senador Lindsey Graham, señala que Estados Unidos está preparado para imponer aranceles masivos, de hasta el 100%, a países como India, China y Brasil si continúan importando petróleo ruso. La medida es parte de una estrategia más amplia para cortar las líneas financieras de Rusia en medio de la guerra en Ucrania, con apoyo bipartidista en el Congreso y llamados a que los aliados europeos se unan en sanciones secundarias. India y China han respondido, citando dobles estándares y enfatizando sus propias necesidades de seguridad energética, mientras que líderes de la OTAN también han instado a estos países a presionar a Rusia por la paz. A pesar de las amenazas, India se mantiene imperturbable, afirmando que puede asegurar petróleo de fuentes alternativas si es necesario. La retórica creciente destaca las tensiones geopolíticas en aumento y el riesgo de consecuencias económicas globales por sanciones secundarias.
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