El presidente ruso Vladimir Putin continúa apostando por la guerra en Ucrania, negándose a comprometerse o participar en negociaciones de paz genuinas. Los analistas advierten que este enfoque inflexible es un error estratégico, costándole a Rusia su influencia regional, mercados energéticos lucrativos y posición global. A pesar de las crecientes presiones económicas y políticas, Putin sigue comprometido con la escalada militar, incluso mientras las naciones occidentales aumentan su apoyo a Ucrania. Las demandas del Kremlin de rendición y cambio de liderazgo en Ucrania señalan poco interés en un acuerdo negociado. Los expertos sugieren que la toma de decisiones autoritaria de Putin está llevando a Rusia hacia un aislamiento más profundo y una posible inestabilidad interna.
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