Estados Unidos está intensificando sus esfuerzos para asegurar sus cables submarinos de internet críticos, que transportan la gran mayoría de los datos globales, de las amenazas percibidas por China y Rusia. Legisladores y agencias federales, incluida la FCC, están presionando para establecer nuevas reglas que prohíban la tecnología y empresas chinas de participar en la construcción y mantenimiento de cables submarinos que conectan a Estados Unidos con el resto del mundo. Esto ocurre en medio de crecientes preocupaciones sobre sabotaje patrocinado por el estado, espionaje y la vulnerabilidad de estos cables ante adversarios extranjeros. Se ha pedido a importantes empresas tecnológicas como Google, Meta, Amazon y Microsoft que revelen sus medidas de seguridad y asociaciones relacionadas con estos cables. Esta acción forma parte de una tendencia internacional más amplia, ya que otros países también intensifican sus esfuerzos para proteger su infraestructura digital de riesgos geopolíticos.
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