La República Dominicana ha anunciado planes para deportar hasta 10,000 migrantes haitianos indocumentados por semana, citando un 'exceso' de inmigrantes en el país. La medida se produce mientras el gobierno dominicano expresa frustración por la lenta respuesta de la comunidad internacional ante la creciente violencia de pandillas e inestabilidad en el vecino Haití. La administración del presidente Luis Abinader argumenta que la afluencia de migrantes haitianos está abrumando los recursos del país, lo que ha llevado a la necesidad de deportaciones masivas. La decisión ha generado preocupaciones sobre los derechos humanos y el trato de los migrantes durante el proceso de deportación.
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