La Unión Europea está intensificando su presión sobre el Primer Ministro de Hungría, Viktor Orbán, debido a sus recientes visitas de "misión de paz" a Rusia y China, con el objetivo de negociar el fin de la guerra en Ucrania. El jefe de asuntos exteriores de la UE, Josep Borrell, ha trasladado una reunión estratégica de la UE de Budapest a Bruselas como respuesta directa a las acciones de Orbán, percibidas como socavando el apoyo unificado de la UE a Kiev. Esta medida señala un rechazo significativo a Orbán, a menudo referido como el líder europeo favorito de Putin, resaltando la creciente brecha entre Hungría y otros estados miembros de la UE en cuanto al manejo de las relaciones con Rusia en medio del conflicto en Ucrania.
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