La Cámara de Representantes de los Estados Unidos ha aprobado un proyecto de ley que exige pruebas de ciudadanía para el registro de votantes, desencadenando un debate y controversia significativos. Los críticos argumentan que el proyecto de ley podría privar del derecho al voto a millones de ciudadanos estadounidenses que no tienen fácil acceso a documentos como certificados de nacimiento o pasaportes. Los defensores, principalmente republicanos, argumentan que la medida es necesaria para evitar que no ciudadanos emitan votos en elecciones federales. La aprobación del proyecto de ley ha intensificado las discusiones sobre los derechos de los votantes y la integridad electoral, con los demócratas y la Casa Blanca oponiéndose firmemente a la medida. El debate destaca las profundas divisiones sobre cómo garantizar elecciones seguras y accesibles.
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