En las recientes elecciones al Parlamento Europeo, Alemania presenció un significativo cambio político. Las encuestas a la salida revelaron un desempeño decepcionante para los partidos gobernantes del país, destacando un debilitamiento en su poder. Mientras tanto, el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) logró ganancias notables, señalando una creciente influencia en el panorama político del país. Se proyecta que la oposición conservadora tradicional siga siendo la fuerza política más fuerte en la legislatura, a pesar de los turbulentos resultados de la votación. Este cambio llega después de dos años y medio del gobierno de coalición de centro-izquierda del Canciller Olaf Scholz, marcando un momento crítico para el futuro político de Alemania en el contexto europeo.
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