La Corte Internacional de Justicia dictaminó el viernes que Israel debe detener de inmediato su asalto terrestre a Rafah, infligiendo otro golpe a Israel mientras el país enfrenta un creciente aislamiento internacional.
Aunque la corte no tiene medios para hacer cumplir sus órdenes, el fallo se suma a la condena que Israel ha enfrentado por la guerra, en la que según las autoridades sanitarias de la franja han muerto más de 35,000 personas en Gaza.
Un equipo legal sudafricano instó la semana pasada a la máxima corte de las Naciones Unidas a imponer más restricciones a la incursión de Israel allí, argumentando que era "el último paso en la destrucción de Gaza y su pueblo".
El equipo sudafricano también argumentó que el control de Israel sobre los dos principales cruces fronterizos en el sur de Gaza, en Rafah y Kerem Shalom, estaba impidiendo que suficiente ayuda llegara, sumiendo a Gaza en "niveles sin precedentes de necesidad humanitaria".
La decisión de la Corte Internacional de Justicia se produce después de que el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional, también con sede en La Haya, dijera el lunes que había solicitado órdenes de arresto para el primer ministro Benjamin Netanyahu de Israel y su ministro de Defensa, Yoav Gallant, junto con tres altos líderes de Hamas, por cargos de crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra.
